Hola Pilar, muchas gracias por compartir tu momento. Hemos vivido un proceso de desarrollo de la personalidad basado en la identificación con lo que pensamos, de hecho creemos que somos lo que pensamos. Esto engendra un conflicto que puede llegar a ser muy doloroso ya que los pensamientos elaboran ideas que el cuerpo se las cree sin cuestionarlo. Si tus pensamientos son de inseguridad y desequilibrio, tu cuerpo lo vive como si estuviese sucediendo en el plano físico. Por ejemplo: si estás en tu despacho pensando que tienes un futuro difícil, tu cuerpo responde como si estuviese viviendo un momento difícil, sin embargo tú estás sentada en tu despacho plácidamente. La mayoría del dolor que vivimos es fruto de lo que pensamos. Es cierto que nos toca vivir momentos difíciles, pero si fuésemos capaces de afrontar cada circunstancia con los recursos disponibles y dedicar el pensar a lo que estamos haciendo en cada momento, la mayoría del sufrimiento desaparecería. Por esto cada vez que te enfocas en el sentir más que en el pensar baja el nivel de estrés. Te envío un saludo afectuoso.