La mente

El desarrollo del potencial humano depende en gran medida de cómo cultivamos la mente. Vamos a definir cinco cualidades de la mente que podemos desarrollar en beneficio de un mayor equilibrio personal:
La intención: es un deseo, una idea que queremos que se realice. La intención es la semilla que debemos sembrar con claridad, discerniendo los deseos reactivos fruto de las creencias y adicciones, de los deseos inspirados por las necesidades vitales que deben ser atendidas para el sano desarrollo de la naturaleza interior.
La atención consciente: es la cualidad de la mente que nos permite entrar en conexión con lo que observamos.
La concentración: es la atención consciente y concentrada sobre un mismo objeto (cualquier cosa, actividad, sensación o pensamiento). La conexión con lo observado es profunda.

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La observación sin juicios: es la cualidad de la mente para observar sin valorar con los pensamientos lo observado. La conexión con lo observado nos induce a la contemplación.
La voluntad: es la cualidad de la mente para mantener la intención con pensamientos y acciones fieles a ella. La voluntad se quiebra y saboteamos la intención, cuando actuamos con inconsciencia y esta da paso a los hábitos reactivos y a las adicciones. También traicionamos a la intención con pensamientos contrarios a ella. La voluntad es firme cuando mantenemos la intención con las acciones que la materializan.

Cuando la atención consciente se concentra en observar el acontecer de cada momento, nos conectamos al presente continuo, pudiendo ejercer la voluntad para determinar la dirección de nuestros actos. La práctica de yoga ayuda a alcanzar esta alineación de la mente. La sadhana genera una simbiosis entre la práctica con un profesor y la práctica personal en la vida cotidiana, impulsando al sadhaka (practicante) al desarrollo de sus capacidades intrínsecas.