Filosofía del Yoga Integrado
La ignorancia
. La escuela de Yoga Integrado nos plantea que las personas somos ignorantes ante el misterio de la vida y que las afirmaciones que podemos hacer para responder al misterio de la vida son fruto de la fe, la ilusión, la memorización de planteamientos científicos, filosóficos o religiosos, o de la experiencia subjetiva que inevitablemente se aleja de la realidad, ya que los sentidos nos ofrecen una percepción subjetiva y el intelecto que los interpreta está condicionado por las creencias.
Nuevo paradigma
. Ahora que técnicamente toda la humanidad puede satisfacer sus necesidades vitales, una gran parte de nuestra especie muere de hambre, sed y conflictos bélicos, mientras otra parte de la humanidad acumula bienes. Este comportamiento puede que tenga que ver con el miedo y la violencia que ha vivido nuestra especie.
. Han pasado varios millones de años desde que una especie protohumana se elevó sobre dos patas e inició un gran cambio evolutivo, hoy podemos elevarnos sobre el amor e iniciar otra gran transformación que lleve a la humanidad a vivir en paz y plenitud.
El condicionamiento
. Los pensamientos, que se han ido forjando con la educación y las vivencias, se convierten en creencias y estas generan un programa mental que condiciona nuestras emociones, que a su vez condicionan nuestros actos. Este programa mental, lleno de personajes (jueces, moralistas, salvadores, victimas, inquisidores,…), que dirigen nuestra vida, nos impide vivir conectados a la realidad. Juzgamos los acontecimientos con relación al condicionamiento mental, por esto la mayoría de las personas desarrollan su vida con complejidad y conflicto, percibiendo la experiencia de vivir con agitación, inconsciencia e insatisfacción.
La conciencia de Ser
. La mayoría de las personas se sienten conscientes a través de los pensamientos, sin embargo, observando libres del condicionamiento mental (juicios y creencias), llegamos a la conciencia de Ser. En ese estado el conocimiento es la experiencia misma: tengo conocimiento del amor por la experiencia de amar, no por el pensamiento, por muy elevado que sea.